Tras el éxito del año anterior partiamos con el temor y el reto de poder superar a las cigüeñas. Nuevamente apostamos por un traje aparatoso y a la vez muy cachondo, nada más y nada menos que el de un tio recien levantado haciendo en el water "sus cosas". El repertorio estuvo a un gran nivel, sobre todo el popurrí, y para nuestra gran alegría volvimos a ganar por segunda vez el concurso. Lástima que la grabación del video no refleje lo que realmente se vio en el escenario.