Jugando con la palabra Bordinis, nos presentamos con un tipo que mezclaba la representación de un borde y de un equilibrista de la famosa familia que por esas fechas visitó la ciudad. Tras los dos palos de los años anteriores el grupo andaba con ciertos desanimos, pero para nuestra agradable sorpresa hicimos una actuación que conectó muy bien con el público. Finalmente, puntillo arriba puntillo abajo, quedamos en segundo lugar, y uno de nuestros mejores años para la memoria de muchos carnavaleros.