Corría el año 82 cuando el ayuntamiento decidió rescatar la fiesta del carnaval tras la prohibición franquista, y entre uno de los eventos se organizó un improvisado concurso de agrupaciones. Y Zapa, novelero él, decidió junto a un grupo de aventurados amigos del instituto Santa Eulalia decidió presentarse. Para ello había que cantar un par de canciones, y como solo se había comppuesto una, para completar el repertorio Samino imitó a Julio Iglesias, mientras el resto del grupo le hacía los coros. El tipo era cada uno por su pellica, cogiendo lo primero que había por casa. Así hubo disfraces de mecánico, Doña cloqueta, ganster, ladrón...Finalmente obtuvimos el tercer puesto, superando a un par de gitanillos cantando flamenco.